Ornamentos (1er ensayo en grupo)

    

    

Autores:
Alianys Esparra
Jeremy Mendez
Ivanna Gracia
Abimael Alméstica

    Por definición sabemos que la ornamentación hace referencia a los estilos decorativos en relación con edificios, estructuras, etc. Se le busca dar un toque, de cierto modo, artístico que complemente el espacio de acuerdo con su función. Pero ¿para que realmente existen? Consideramos que el tema de la ornamentación no debería ligarse estrictamente a solo la cuestión decorativa, si no que podría ser algo de mayor importancia.

    El tema del ornamento lleva existiendo desde el principio de los tiempos y ha ido evolucionando desde entonces. Se puede argumentar que el ornamento en el diseño y la construcción muestra cambios y una evolución constante basada en los períodos históricos dependiendo de las influencias de personas, la sociedad, el avance industrial y el tecnológico. A medida de los años han surgido distintas técnicas para traer la ornamentación a la arquitectura. Un adorno arquitectónico puede ser tallado en piedra, madera o metales preciosos, formados con yeso, arcilla, también pintados o impresos en una superficie como adorno aplicado. ¿Qué funciones ha adquirido a través de los tiempos?

    El uso de ornamentos en la arquitectura va más allá de lo estético. Tiene también su trasfondo significativo que es lo que le otorga ese valor. La ornamentación también obtuvo sus funciones dentro de las relaciones religiosas. En tiempos antiguos era común relacionar casi todo lo que rodeaba con aspectos religiosos y las piezas ornamentales se convierten en una de las tantas claves para representarlo. Tenemos, por ejemplo, la civilización griega y egipcia que tuvo un gran destaque debido a sus decoraciones que fuertemente representaban sus respectivas creencias. Como en los distintos tallados y/o esculturas reflejaban pequeños y grandes detalles que podrían ser una pista para visualizar la religión desde sus ojos. Consideramos que esta parte de lo que conlleva la ornamentación se ha perdido un poco en tiempos más recientes. La simbología que nos podría traer debería mantenerse, en lugar de echarlo al olvido.

     Como bien mencionado al principio de este escrito, no deberíamos ligar la ornamentación estrictamente a los aspectos meramente decorativos. Si bien que la cuestión estética trae placer visual, no se debería que dicho elemento tan importante de la arquitectura puede funcionar como una representación de lo que vemos, pensamos y experimentamos con el resto de los sentidos.

Comentarios